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sábado, 11 de diciembre de 2010

Un retablo contemporáneo


El edificio para dependencias del Ayuntamiento de Murcia en la plaza de la catedral, la plaza del Cardenal Belluga fue construido por Moneo de 1991 a 1998. Ocupa el vacío procedente de una casa barroca. Al rellenar este vacío se recuperaba la tradicional naturaleza cerrada del espacio de la plaza y debía entrar en animado y atractivo diálogo con la impresionante fachada barroca de la catedral murciana.


El edificio se presenta como un ejercicio casi puro de composición arquitectónica. Su posición permite una entrada lateral haciendo que el frente que da a la plaza se pueda plantear libremente.

La fachada se concibe como un plano perfecto revestido de piedra amarilla, un plano casi macizo que en sus partes inferiores cuenta con un pequeño número de huecos y que se va transformando en altura en otra superficie caracterizada por los vacíos.


El plano se transforma de casi ciego en porticado. Las partes superiores son un sistema de pórticos retranqueados del plano de cierre y que en el piso superior se convierten en una esbelta logia, Los pórticos están compuestos por pilastras de sección cuadrada, y el ritmo entre ellos es libre, plástico, sin repetición ni simetría. Las pilastras evocan las columnas de órdenes clásicos, y las estrechas impostas de hormigón blanco que dividen los estratos hacen las veces de los arquitrabes.

Se ha elegido en esta fachada el más escueto de los lenguajes contemporáneos que en su pureza; en el plasticismo que las sombras revelan; y en su ritmo libre, aspiran a emular la vieja expresión formal, siguiendo y superando lecciones modernas como la que inició Terragni en la Casa del Fascio de Como.

El edificio se presenta discreto y respetuoso ante la exuberancia del lenguaje barroco de la fachada de la Catedral y del Palacio Episcopal, rindiéndoles un diálogo permanente, representando el poder civil frente al religioso.

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